sábado, 9 de agosto de 2014

Julio-agosto 1914, la guerra es inminente

Al principio, el atentado de Francisco Fernando en Sarajevo pareció no importar. Es verdad que la noticia se difundió con rapidez en toda Europa y a los dirigentes europeos les asustó e interrumpieron sus actividades a la espera de mas noticias. Pero a los pocos días, visto que Austria no decía nada, Europa volvió a su rutina normal.
        Pero esa normalidad terminó a las tres semanas del atentado. El 23 julio de 1914, el Imperio Austro-Húngaro le envía un ultimátum a Serbia.



Francisco José, emperador de Austria-Hungría era consciente de que si invadía Serbia, provocaría la intervención de Rusia por lo que decide no hacerlo y espera unas pocas semanas para enviar el ultimátum a Serbia, el 23 de julio de 1914. En el ultimátum, Austria exigía a Serbia que se eliminaran del ejército y la administración serbia a unas personas que Austria indicaría. Aunque el punto mas exigente fue en el que se exigía que policía austriaca pudiera operar en Serbia para investigar el atentado de Sarajevo e incluso juzgar a los implicados.
        Serbia busca ayuda internacional pero nadie se la presta (ni los rusos) y decide aceptar todos los puntos del ultimátum menos uno, el que exige que la policía austriaca actuase en Serbia. La respuesta le llega a Francisco José 10 minutos antes de que acabe el plazo, el 25 de julio. El Kaiser alemán Guillermo II recibe la respuesta de Serbia y dice que no ve motivo para guerra; con ocupar Belgrado (capital de Serbia) temporalmente y negociar es suficiente.

Mientras se recibía la respuesta, Alemania e Inglaterra se encontraban juntos de regatas, ya que el Kaiser Guillermo II y el rey de Inglaterra Jorge V eran primos. Ademas, Inglaterra estaba negociando la compra de materias primas a Alemania como nitroglicerina, necesaria para los explosivos.
        Jorge V asegura: "Haremos lo posible por mantenernos al margen" a demás de que no asegura el apoyo a Francia. Con esas declaraciones, Gran Bretaña no se impone, por lo que Alemania entiende que le da su consentimiento para hacer lo que quiera, tanto ella como Austria-Hungría.

Por otra parte, Guillermo II habla con el zar de Rusia Nicolas II, que también eran primos. Es decir, los dirigentes de las principales potencias enfrentadas (Alemania, Rusia e Inglaterra), eran primos. El zar le pide a Alemania que pare a Austria para que Rusia no tenga que intervenir y Alemania le promete que intentará mediar entre Austria y Serbia.
Zar Nicolas II (izq) con Jorge V (dcha). Eran primos y su parecido era asombroso.
 A veces, se cambiaban los uniformes para confundir a los asistentes.
A pesar de estas conversaciones, ningún país se fía de los otros y la última semana de julio comienzan las movilizaciones.

28 julio 1914: Austria le declara la guerra a Serbia.  Nicolas II (Rusia) reacciona y ordena movilización parcial de las tropas.

29 julio 1914: Alemania moviliza su flota y Gran Bretaña responde haciendo lo mismo.

30 julio 1914: Alemania y Rusia se movilizan completamente.

1 agosto 1914: Alemania declara la guerra a Rusia, ya que se toma la movilización de esta como una amenaza a Austria-Hungría.
       Acto seguido, Francia, siguiendo el acuerdo con Rusia, moviliza sus tropas y las coloca en la frontera que comparte con Alemania, pero no atacan ni declaran la guerra.
       Ese mismo día, el Kaiser recibe un telegrama británico en el que se asegura la neutralidad de Gran Bretaña y Francia en caso de una guerra ruso-germana. Guillermo II se siente aliviado y decide atacar solo a Rusia con todo, pero es imposible porque el plan Schlieffen está en marcha y no se puede parar.

3 agosto 1914: Alemania le declara la guerra a Francia.
       Bélgica rechaza el ultimátum alemán y no permite que las tropas alemanas atraviesen Bélgica para invadir Francia.

4 agosto 1914: Alemania invade Bélgica siguiendo el plan Schlieffen, provocando la declaración de guerra de Gran Bretaña.

6 agosto 1914: Austria-Hungría declara la guerra a Rusia.

12 agosto 1914: Francia declara la guerra al Imperio Austro-Húngaro.

Y así fue como en un mes, se paso de un clima tranquilo en Europa, donde se creía que todas las guerras habían acabado para siempre e incluso se hablaba de alcanzar el paraíso (por el desarrollo industrial y económico) en 1930, a la peor guerra que la humanidad había conocido hasta ese momento.

P.D: he hablado del plan Schlieffen, de la carrera de armamentos, de los nacionalismos, y de las estrategias del resto de países en otras entradas.


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